La belleza sin marca del atletismo eterno

Crónica del VI Memorial de Atletismo Miguel de la Quadra-Salcedo (24 de mayo de 2025)

No era una competición, aunque se corriera. No era un homenaje, aunque se llorara. No era una fiesta, aunque se riera. El VI Memorial Miguel de la Quadra-Salcedo, celebrado este sábado 24 de mayo en la pista de ceniza de la Universidad Complutense de Madrid, fue todo eso y mucho más. Fue, como cada año, la celebración de una forma de estar en el mundo a través del atletismo: con esfuerzo, con memoria, con belleza. Porque, como reza la frase grabada en las medallas entregadas a quienes cruzaron la meta: “No busques la marca, busca la belleza”.

Y la belleza apareció pronto, desde las primeras palabras que pronunció Estanislao de la Quadra-Salcedo al leer el juramento universitario. Lo hizo con la solemnidad templada de quien ha entendido lo que de verdad importa. “En el nombre de todos los competidores, atletas y universitarios de cuerpo y de corazón…”, comenzó. Y el corazón se detuvo después en un minuto de silencio por su hermano Miguel, su entrenador José Luis Torres, y todos los que ya no están. Fue entonces cuando unas niñas dejaron flores ante la estatua de Miguel y Estanis recibió, rodeado de su familia, el club de Rugby Arquitectura y los Amigos de la Pista de Ceniza, el homenaje más sentido que puede recibir un hombre: el de los suyos.

Marchar con Laura, correr con Loly, competir con alma

La jornada atlética comenzó con la prueba de 1.000 metros marcha, y con ella, Laura García-Caro, séptima en los Juegos de París, quien no solo fue madrina del evento, sino compañera de marcha junto a los participantes y demostrando que el alto rendimiento puede también ser pedagogía. Al llegar, recibió un homenaje a su altura, con la presencia de Fernando Molinero, director general del CSD, y de Aurora Pérez, otra leyenda del atletismo.

Pero si hubo un momento que hizo temblar la ceniza bajo los pies fue la participación del matrimonio Loly García y Javier Álvarez Salgado, acompañados por todos sus hijos. Corrieron los 100 metros, los relevos, los 300 metros… pero sobre todo corrieron con el alma, como han hecho toda su vida. Loly, en su serie de 300, compartió pista y emoción con Consuelo Alonso, amiga y pionera como ella, y juntas ofrecieron un momento para la historia del Memorial: dos leyendas en movimiento, dignas del cine y de los libros.

El homenaje final a Loly y Javier fue otro canto a lo esencial. Rodeados de amigos de toda una vida, ambos hablaron de amor. Amor entre ellos, amor por su familia, y amor por un atletismo que, dijeron, “nos lo ha dado todo”.

Lanzar como Estanis, recordar como Haro

En el círculo de lanzamiento, otra tradición: Estanislao de la Quadra-Salcedo volvió a competir junto a José Luis Martínez, perpetuando la liturgia que une fuerza y forma, técnica y voluntad. A su lado, la barra aragonesa volvió a volar gracias a Gabriel Pardos y Rebeca Aguarón, que convirtieron la mañana en una clase viva de cultura deportiva y homenaje al propio Miguel, que siempre defendió el valor de los deportes tradicionales.

Y mientras los niños saltaban longitud en el renovado foso y los relevos familiares estallaban en risas, el Memorial se detuvo para recordar a dos gigantes discretos: Fernando Cerrada y Campanal III, homenajeados por su trayectoria y su humildad.

El homenaje más dolorosamente reciente fue para Mariano Haro, con todos los participantes luciendo un dorsal especial y un reconocimiento a su viuda y a su hijo José. Fue una despedida coral, emocionada, merecida. Haro, el pionero, corrió también entre todos ellos.

Una vuelta para la eternidad

Y cuando parecía que todo había sido dicho, cuando el polvo de la ceniza se mezclaba con la emoción de las gargantas, llegó el final. La vuelta de honor con la antorcha olímpica de México 1968 (cuyo pebetero de su paso por Madrid se aprovechó para reivindicar su traslado a esta pista) llevada por todos, en círculo, símbolo de unión. Sonó la canción de Pepe Cortés dedicada a los Amigos de la Pista, y todos se detuvieron ante la estatua de Miguel. Después, como si no costara, siguieron la vuelta con los acordes de Vangelis, porque, como dijo el periodista Ignacio Romo, “el Memorial es nuestro Carros de Fuego”.

El atletismo como se recordará

Atletas olímpicos como Pipe Areta, Ignacio Sola o Jorge González Amo, niños y mayores disfrazados de épocas pasadas, libros sobre leyendas como Mariano Haro, juegos de mesa, lanzadores, corredores, caminantes… Todo estuvo presente, y todo tuvo sentido. El Memorial no es una competición. Es un legado vivo. Es el pasado honrado, el presente compartido y el futuro sembrado.

En tiempos donde lo urgente arrasa lo importante, el Memorial Miguel de la Quadra-Salcedo recuerda que hay formas de correr que construyen comunidad. Que hay marcas que no se miden con cronómetros. Y que hay belleza, siempre, en seguir adelante.

Resultados del VI Memorial de Atletismo Miguel de la Quadra-Salcedo

Fotogalería del VI Memorial de Atletismo Miguel de la Quadra-Salcedo (EN PROCESO DE ACTUALIZACIÓN) Fotos: APC / Sy-Tee Labarca

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